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miércoles, abril 27, 2016

La Mujer en el Judaismo

JUDAÍSMO

 El término judaísmo se refiere a la religión o creencias, la tradición y la cultura del pueblo judío. Es la más antigua de las tres religiones monoteístas más difundidas (junto con elcristianismo y el islam), conocidas también como «religiones del libro» o «abrahámicas», y la menor de ellas en número de fieles. Del judaísmo se desglosaron, históricamente, las otras dos.

 Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas contenidas en la Torá, compuesto, por cinco libros. La  Torá o el Pentateuco, a su vez, es uno de los tres libros que conforman el Tanaj.

 El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un Dios omnisciente, omnipotente y providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá.

 Otra de las características del judaísmo es que radica en que se considera no sólo como una religión, sino también como una tradición y una cultura.


Papel de la mujer en esta religión
 El papel de la mujer judía en la vida actual no se puede definir sin conocer los preceptos históricos y raíces que lo nutren.

 En los tiempos bíblicos la sociedad hebrea era patriarcal. La mujer tenía una posición subordinada al hombre; debía sujetarse a la autoridad paterna hasta que contraía matrimonio, momento en que pasaba a ser propiedad del esposo.

 Durante esta época marginaban a la mujer en lo referente a su participación en las actividades religiosas y comunitarias. A pesar de esto, los judíos también decretaron leyes que prohibían el abuso y el maltrato a la mujer.

 A pesar de que la mujer judía se veía restringida por ciertas limitantes, estaba obligada a cumplir con mandamientos de importancia, lo que le permitía participar en la vida comunitaria. Era considerada esencial en la transmisión de la identidad religiosa en el medio familiar. Como raíz espiritual de la educación, la madre es responsable de que los valores se transmitan de generación en generación.

 En los tiempos post-bíblicos y talmúdicos el status de la mujer judía fue mejorando. Se le permitió tener mayores derechos sobre su propiedad privada y se estableció el contrato matrimonial a través del cual el hombre prometía mantener, honrar y apoyar a su esposa.

 Sin embargo, la mujer permaneció virtualmente sin cambios hasta el siglo XI e.c. cuando el rabino Gershom de Mainz, convenció a un grupo de sabios de que se estableciera una legislación que prohibiera al hombre ser bígamo o divorciarse sin el consentimiento de su esposa.

 En 1846, en Alemania, varios rabinos reformistas otorgaron la igualdad religiosa a la mujer, pero no fue sino hasta 1972 cuando el Seminario Reformista del Hebrew Union College ordenó a la primera mujer rabino; para 1984 había ya 72 de ellas.

 El movimiento conservador, a pesar de aspirar a la igualdad, no otorgó esta concesión hasta 1984. Aunque aún se niega a aceptarlo.

 De acuerdo a la tradición judía, la mujer, a diferencia del hombre, no se ve obligada a cumplir con los preceptos religiosos que se establecen para determinadas horas o días. El objetivo de esto es liberar a la mujer de sus labores en el hogar y con la familia y especialmente en la atención a los hijos.

 Por eso no necesitaba recibir educación formal.

 Con el paso del tiempo, autoridades religiosas decía que la mujer debía recibir instrucción ya que tiene la responsabilidad de fomentar la educación en el hogar. Poco después de la Primera Guerra Mundial, el judaísmo ortodoxo reconoció que la mujer debía recibir una educación formal. Fue así como en 1917 se organizó  la primera escuela para mujeres..

 Actualmente, el papel de la mujer en el mundo ha evolucionado.




Ley mosaica (judaísmo)

 En la ley mosaica, tradición de la religión judeocristiana (en este caso, sólo se habla del judaísmo, ya que el cristianismo posee una distinta creencia) la mujer era patagónica, la ley judía afirma que una mujer tiene más posibilidades de conectarse con Dios,el divorvio era un privilegio exclusivo del marido: la opinión de la mujer podía ser rechazada por su padre o su marido, y las hijas podía heredar sólo en ausencia de hijos, con la condición de que se casaran dentro de su tribu. La culpa o la inocencia de una esposa acusada de adulterio a veces se comprobaba mediante la técnica del agua amarga. Aunque los segundos matrimonios estuvieran restringidos, según la legislaciçon cristiana y judía, en la ley mosaica una viuda sin hijos estaba obligada a casarse con el hermano de su difunto marido.

Por Irene del Rocío Bermejo Calero.

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